viernes, 7 de noviembre de 2008

Dislexia





Confunde las vocales, cambia las consonantes, la p y la q le parecen la misma letra, tampoco distingue la d y la b, para él son iguales, son la misma letra, elige la palabra correcta por su sonido, no por su grafía. Cuando lee se pierde constantemente y tiene que encontrar donde iba una y otra vez. Si está muy concentrado se equivoca mucho menos. Los dictados son para él un ejercicio imposible, comete muchos errores, le faltan letras, consonantes, junta y divide palabras al azar, añade unas sílabas, omite otras, incluso se ha inventado algunas una letra convencido de que realmente existe. Cuando lee recuerda las letras pero cuando escribe ya se le han olvidado y tiene que volver a recordar todo el abecedario para evocar las consonantes que quiere escribir. Su mejor amigo se da cuenta de que él todavía silabea al leer, y me dice que lee lento, yo le contesto: “sí tienes razón pero él se esfuerza, no todos leen igual, y además hay otras muchas cosas que él sabe hacer mejor que tú”
Su profesora dice que está desmotivado, que no le gusta ir al colegio y que comete muchos fallos en los dictados. Yo le digo que él es listo, muy listo, pero que tarda mucho en hacer los deberes y que por mucho que lo intente no es capaz de aprender de memoria las tablas de sumar. Las tablas de sumar están en lenguaje encriptado para él, es incapaz de aprenderlas de memoria. Las hemos repetido tantas veces que algunas sumas ya se las sabe su hermana pequeña y él no es capaz de aprenderlas.
En casa se esfuerza mucho y no pone pega para hacer los deberes, aunque cuando está cansado y no quiere seguir con los deberes se enfada y llora. Este mes se ha ganado una comisaría de policía de playmobil por todo el esfuerzo que ha hecho.
Le gusta su colegio, le gusta ir a multideporte, le encanta el piano y la música.
Ahora sabemos que es disléxico, que lo superará, aunque para ello tenga que superar unas cuantas barreras. Lo conseguiremos.

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